¿Quieres hacer una excursión desde Hungría?
¿Qué tal visitar uno de los países que la rodea como Serbia? ¿Alguna vez habías pensado en visitarla? ¿A que no? Esta es una oportunidad excelente para descubrir lo que Serbia puede ofrecerte.
Budapest es una ciudad preciosa, pero, al encontrarse tan cerca de tantos países alrededor, se hace muy tentador el visitar más lugares, si dispones de tiempo.
El fin de semana pasado me animé y me fui a Serbia a pasar 3 días con sus 3 noches junto a un grupo de estudiantes Erasmus. Un día vi una publicidad en un grupo de Facebook sobre este viaje y, la verdad, me llamó la atención. Enseguida me puse en contacto con la persona que lo anunciaba para preguntar si podría unirme también al grupo, ya que yo no soy estudiante. Boris, el organizador, fue súper majo desde el primer momento y me dijo que no había ningún inconveniente. El viaje costaría 85 euros, comidas aparte. Teníamos que pagar la primera mitad una semana antes de la partida y la otra mitad, una vez que nos viéramos en el viaje. El evento de Facebook pertenecía a una universidad de Budapest y, aunque ellos no eran los organizadores, avalaban a Boris. La universidad decía que Boris ya había hecho este viaje 51 veces antes con estudiantes de la universidad y daban un link con fotografías de esos viajes, por lo que me dio mucha confianza. El viaje incluía 2 ciudades: Novi Sad y la capital, Belgrado. En ambas haríamos un tour privado por la ciudad (en Novi Sad tuvimos 2 tour, en realidad, ya que uno era específicamente de la fortaleza de la ciudad, muy, muy recomendable de visitar). Los alojamientos y el transporte también estaban incluidos en el precio.
Primer día: Viaje en tren desde Budapest a Novi Sad
Nuestro tren salió el viernes a las 12:00 desde la estación de Kelety en Budapest y tardó unas 6 horas en llegar a Novi Sad, la segunda ciudad más grande e importante de Serbia. Como la mayoría de las personas iban solos, sin acompañante, el viaje se pasó volando, porque nos fuimos presentando y charlando durante el trayecto. Éramos 27. Sobre las 18:00-18:30 nos plantamos en la estación de Novi Sad, siendo ya totalmente de noche. Lo primero que hicimos fue cambiar dinero en una casa de cambio de la misma estación. Observé que el cambio de florines húngaros a dinares serbios era mejor que el de euros a dinares, así que calculé que más o menos, con 10000 florines (unos 30 euros) sería suficiente para estos días. Boris nos ayudó a negociar con los taxis para que nos llevaran al hostal. Por lo visto, hay que cerrar el precio antes de coger el taxi, porque los precios cambian bastante de unos a otros. Tomé un taxi con otras 3 chicas y nos llevó por la ciudad nevada hasta el hostal. Hay, además muchos taxis ilegales, tal y como nos comentó nuestro taxista y se aprovechan mucho de los extranjeros haciendo como que ni hablan inglés. El trayecto sólo costó 300 dinares serbios (unos 2 euros y medio) y mi hostal estaba a 10 minutos andando del centro de la ciudad, realmente muy cerquita.
Cómo se nota la experiencia, pues nada más llegar, el recepcionista, que ya nos estaba esperando nos dijo que como eramos de las primeras podíamos elegir habitación. Mientras las chicas dudaban nerviosas, pregunté si todas las habitaciones disponían de baño privado. Al se un hostal pequeño y barato, dudaba que así fuera y… efectivamente, así fue; el recepcionista nos dijo que, de las habitaciones disponibles para nosotros, sólo había una habitación de 6 camas con baño, el resto lo tenían compartido. No hizo falta mirarnos para decir al unísono “¡nos la quedamos!”, jaja (¡minipunto para Raquel!). Nos distribuimos las habitaciones y tras un ratito, Boris nos llamó en el salón para darnos la bienvenida a Serbia con un licor típico sabor a albaricoque llamado rakija (o eso decían, porque a mí me quemó la garganta, jaja). ¿Sabes qué se dice en serbio para brindar? “Živjeli” (se pronuncia: zi-vi-li). Tras entonarnos y entrar un poco en calor, salimos a cenar a un restaurante que nos estaba esperando para que deleitáramos un plato “típico” serbio: barbacoa (en serbio “pljeskavica”) y de primero, sopa. La verdad es que todo estaba buenísimo, pero también es cierto que muchos (como yo) no habíamos sido suficientemente previsores en el tren y no nos llevamos nada para comer, por lo que estábamos caninos. Desde el desayuno no habíamos tomado nada, así que, nos sentó de maravilla la cena. Tras la cena, salimos a tomar algo a una calle que estaba al lado y en pleno centro de la ciudad, llena de pubs y gente.
Segundo día: Visita de Novi Sad y viaje a Belgrado
Al día siguiente, me levanté temprano para dar una vuelta por el barrio. Al final llegué a la universidad de Novi Sad y me di un paseo a orillas del río Danubio, todo nevado, nevado. Para cuando volví, ya estaban todos preparados para salir (yo no trasnoché) y partimos con el organizador a la primera visita del día. Teníamos programada una visita guiada a las catacumbas de la fortaleza Petrovaradin, una visita más que recomendable. Es de las fortalezas mejor conservadas y más grandes de Europa, que poseía muchísimos puntos estratégicos con trampas dentro de las murallas para que los asaltantes no tuvieran escapatoria. Se te ponen los pelos de punta, sobretodo con la “anécdota” que contaba el guía: en la fortaleza había muerto más gente dentro construyéndola y soldados viviendo en ella que enemigos. Todo por la mala calidad de higiene y seguridad, hubo muchas enfermedades que se esparcían más rápido que la pólvora de los cañones, pestes, penurias, derrumbamientos, aire tóxico… Un infierno, la verdad.
Tras acabar este tour enlazamos con otro que tenía ya apalabrado Boris para visitar la ciudad. La guía nos dio muchos datos interesantes de la ciudad y terminamos en la plaza del ayuntamiento, donde se encuentra el hotel Vojvodina en el que se alojaba y comía habitualmente el mismísimo Einstein, pues su primera mujer era de esta ciudad. Ahí comimos otro de los platos serbios típicos, el “Schitzel”, que es como un rollito empanado de pollo con jamón york y queso en su interior, con guarnición de patatas fritas, arroz y ensalada. Muy rico, la verdad, aunque llena mucho. Comimos el menú del día del hotel. Ofrecen sopa de primero en todos y para segundo plato hay una variedad de hasta 16 platos. Entra también en todos una ensalada y el postre. Son 3 menús (a 450, 550 y 650 dinares, respectivamente). Tuvimos tiempo libre después, hasta que tuviéramos que tomar el tren para ir a Belgrado. Hacía tantísimo frío que nos metimos en una cafetería a tomar un café o un chocolate caliente. Dimos una pequeña vuelta por el centro y vimos cosas tan curiosas como un puesto de palomitas la mar de original donde se posaban todas las palomas, buscando un poco de calor, imagino. A la hora acordada, volvimos al hostal a recoger nuestras maletas o mochilas.
Tercer día: Visita a Belgrado y vuelta a Budapest
El viaje de Novi Sad a Belgrado no tardó más de 2 horas. Sin embargo, la estación de tren se encontraba bastante apartada y fuimos andando hasta el hostal, que fue más de media hora cargados con las mochilas y pisando nieve… Conociendo todas las cuestas de la capital serbia y subiéndolas como jabatas. Yo solo recuerdo el frío que se colaba por mi bufanda y me quería casi cortar la piel de la cara. Jaja, bueno, quizás sea un poco exagerado, pero hacía mucho frío, de verdad y los pies ya ni los sentíamos.
Empezamos el día siguiente, domingo, con un tour para visitar y conocer los puntos más turísticos y emblemáticos de la capital serbia, Belgrado, empezando por su fortaleza, llamada Kalemegdan. Es muy curioso ver a la entrada de la fortaleza un parque de dinosaurios. Es un parque infantil que imagino que abrirá sus puertas cuando haga mejor tiempo, pero no deja de llamar la atención ver estas figuras en un lugar que, en apariencia, no tiene nada que ver. Dentro de la fortaleza, hay una exposición que pertenece al museo de la Armada, que expone muchos de las armas que se han usado como defensa y ofensa en el país, entre ellos, muchos cañones y tanques de guerra.
Es una ciudad que, arquitectónicamente hablando, es más joven que yo. ¡Qué fuerte! La ciudad tiene un récord Guiness y es que se trata de una capital que ha sido bombardeada hasta en 5 ocasiones a lo largo de un siglo. Ha sido reducida a escombros innumerables veces y se ha vuelto a levantar. Hoy en día, los edificios más antiguos (quitando la fortaleza) no tienen más de 30 años, aproximadamente. Es un hecho que te hiela la sangre y que te demuestra la fuerza del pueblo serbio. El guía turístico, quitando hierro a asunto dijo que para los serbios “una bomba no es gran cosa”. Madre mía. Los puentes, al ser los puntos más estratégicos de la ciudad ya que comunican ambas partes del río, fueron eliminados en repetidas ocasiones y hoy todavía se encuentran en construcción algunos. Pasaron varios años incomunicados. En verano, ataban barcas y la gente iba saltando de unas a otras hasta llegar a la otra orilla; en invierno, hacía tantísimo frío (más del que hoy ya sentimos), que la superficie del río se congelaba y la gente caminaba sobre el río e incluso pasaban carruajes cargados. Hoy también se pueden ver en el río aún los pilares de algunos puentes que no se han reconstruído todavía y da una imagen escalofriante.
También me pareció sorprendente el hecho de que a primeros de marzo aún la ciudad estaba adornada con los adornos navideños (encienden las luces por la noche también). Se lo pregunté extrañada al guía y me dijo que es una política del gobierno de cara al pueblo serbio. El presidente pretende demostrar al pueblo que son los mejores de Europa y que ellos tienen “más y mejor” cada año, que el país está resurgiendo y entrando en la Europa que sueñan, por lo tanto tienen la “navidad más larga”, jajaja..
A las nueve de la noche salía nuestro tren de regreso a Budapest desde Belgrado y pasamos la noche de viaje, la mayoría del tiempo, dormidos (exceptuando cuando pasamos la frontera, ya que te requisan el pasaporte o el dni, y ahí nos demoramos como 25 minutos). Llegamos a la capital húngara sobre las cinco de la mañana.
Serbia ha sido una país que ha sufrido mucho al encontrarse en medio de Europa. Constantemente los países colindantes se han querido adueñar de sus territorios y los han invadido ha menudo, saliendo normalmente muy mal parada. Hoy en día, es un país independiente, que forma parte de Europa, aunque mantiene su propia moneda (la corona serbia) y que intenta levantarse y resurgir de nuevo para vivir en paz. Usan también la escritura cirílica, como el ruso. Es un país que no tenía pensado visitar a corto plazo; sin embargo, al estar tan cerca de Budapest, en Hungría, es una excursión que ha merecido mucho la pen y que me alegro de poder contar con este país entre los que ya he visitado. Tiene mucha historia y transmite mucho valor y fuerza. A pesar de su bélica historia, me fui con una sonrisa, habiendo conocido la bondad y alegría de su pueblo y las enseñanzas que me ha transmitido. A ti te recomiendo que no desperdicies la oportunidad de conocerlo, ¿te animas?
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Formidable recorrido, me encantó poder apreciar tanta diversidad, en gastronomía, paisajes y ambientes. Es súper interesante. Un lugar de Europa que debemos conocer sin duda.
Qué pasada de viaje, me han encantado tus fotos y sin duda me has dejado con muchas ganas de visitarlo. No descarto que sea el destino de mi próximo viaje de octubre. besotes
pero que increible tu viaje y super bien explicado, tanto detalle que me da ganas de hacerlo tal cual tu lo cuentas. Definitivamente una de mis siguientes paradas para tomar fotos y disfrutar! gracias por compartir
Bisous
Hola guapa!! en primer lugar felicitarte por el post tan increíble que nos muestras!!
El lugar, la comida, diferentes sitios a los que visitar… precioso..
Que gozada de viaje!! La verdad es que conocer esos sitios ha tenido que ser genial. A mi me encantaría ir a Budapest algún día… y la verdad es que está super bien lo que has contado del evento de Facebook, creo que se puede conocer mucha gente y vivir una experiencia increíble!!
Hola!!!! Pero que paseo tan mas delicioso has encontrado en Facebook y que suerte que te unieras al grupo por que creo que fue una gran aventura. Gracias por llevarnos a conocer este hermoso sitio que pareciera difícil de visitar por su historia. Me encantaron tus fotos y ese árbol de Belgrado luce estupendo.
Gracias por compatir.
Saludos
Hola! Qué interesante todo lo que contaste! La verdad es que Serbia es un país que ni se me cruza en la mente para ir a visitar, así que está bueno ir leyendo un poco sobre éste.
Lo de las catacumbas me dio piel de gallina jajaja, qué horrible lo que pasó! Y lo de los bombardeos tampoco lo sabía.
Te mando un beso, gracias por compartir!
Hola! Vaya viaje muy extremo jajajjajajaja lo considero así por el frio que se ve en Universidad de Novi Sad y el río Danubio, aunque sin duda una experiencia para nunca olvidar, se ven imágenes muy familiares y acogedoras.
Que lindo sería poderla visitar algún dia.
Saludos.
Vaya! Que divertido ha de ser viajar así en grupo y conocer lugares nuevos, la verdad que son tres destinos que no son muy comunes a la hora de hacer turismo pero cada lugar tiene un encanto especial que bueno que hayas podido formar parte de este tour que te ha permitido conocer Budapest y Serbia.
Hola!
Que buen recorrido, yo la verdad que si me animaría a realizar un viaje así por esos lugares, el detalle es que no se si aguante el frío pues donde vivo hemos estado a -45F que la verdad para mi es insoportable ya los -20 y eso que solo camino de mi apartamento al carro así que no soy muy del clima frío pero Serbia y Budapest son lugares que me gustaría conocer y disfrutar aunque sea de entrada por salida.
Si no puedo ir al menos he disfrutado del recorrido que nos has compartido que hermosas fotos y se ve que lo pasaste genial.
Gracias por compartir.
Me ha encantado tu viaje… ¡ojalá pudiera sacar unos días este verano para hacer algo así! Aunque creo que este año va a ser dificil con mi trabajo, pero me quedo con la idea ♥
Besos desde JustForRealGirls
Holaaa!
Que hermosa ciudad y que bellas fotos. Es una ciudad que quiero visitar definitivamente! se ve un lugar tranquilo 🙂
Muy bien explicada tu reseña!
bisous
Hola! Que casualidad mi cuñada es Serbia y cuando han ido algunos de los sitios que nombras me suenan a mi!!
Las fotos son muy frias y bonitas…jajajaja
Siempre explicas todo con tanto detalle..
Enhorabuena
Gracias por este post que nos hace viajar
¿De qué ciudad es tu cuñada? ¡Qué casualidad! Pues no pierdas la oportunidad de visitar su ciudad de origen con ella, seguro que te puede enseñar mil rincones preciosos. Un abrazo.
Que viaje tan increíble! Me ha encantado el recorrido que has elegido y me ha gustado mucho como lo has explicado ya que conforme iba leyendo me entraba más ganas de realizarlo, ya que si te soy sincera Budapest si que me había planteado visitarlo pero Serbia no, pero ahora esta en mi lista de lugares pendientes. Las fotos son preciosas. Besos.
Muchas gracias por tu comentario. Es verdad, parece que Serbia, a priori, no suele ser un destino muy turístico, pero tiene mucho que ofrecer, te lo aseguro. Un saludo.
Hola guapa !! Qué viaje más chulo has hecho, y el post es increíble y qué fotos más chulas. Me encantaría conocer tanto Budapest como Serbia, tengo una amiga que ha viajado a Serbia y me ha contado lo maravillosa que es. Esper hacer pronto un viaje así !! Bss
Seguro que te puede salir un viaje así o todavía más chulo. ¡Te lo recomiendo 100%! ^_^
Solo me ha coincidido un viaje con la ciudad nevada y no lo disfruté tanto como si el tiempo hubiera acompañado, así que imagino se agradecería el licor jeje Tampoco está en mis planes visitar esa zona, pero como te pasó a ti, nunca se sabe, saludos!